Necesario es a los megicanos un periódico literario: fastidiados ya con los políticos, buscan ansiosos uno que los deleite e instruya, para poder emplear con aprovechamiento las horas que sus respectivos trabajos les dejan libres.
En la época presente un estremecimiento general se nota en toda la república: la curiosidad, el deseo vehemente de adquirir noticias de todo género, se extiende de día en día: no hay hombre, por infeliz que sea, que no tenga su pequeña biblioteca, y la lea, y la relea, y la devore con ansiedad.
El Recreo de las Familias, México, Librería de Galván, 1838